martes, 26 de octubre de 2010

Ser Torero

Muchas personas se angustian de que las corridas de toros estén amenazadas, sin embargo el milagro es que sobrevivan!!! pero no sólo las corridas, sino los Toreros!!!
Literalmente el Torero (antiguamente llamado toreador) es la persona que por profesión ejerce el arte del toreo. Es él que tiene mayor protagonismo en una corrida de toros. El Torero transforma una fuerza natural, ajena, incluso hostil, en una forma humana. La embestida de la res la despoja de cualquier salvajismo para domesticarla en su propia imagen artística.

La palabra Torero tiene dos sentidos: puede ser el nombre común a todos los que lidian toros, o, ser Torero es el adjetivo que califica la conducta excepcional de algunos. Me explico, el misterio radica en que el reconocimiento más importante y la mayor gloria para un Torero, es eso, ser Torero ¿se puede soñar con algo más? Ser Torero es el triunfo más alto en la jerarquía de las alabanzas y recompensas. Ninguna profesión cuando uno triunfa o hace bien las cosas es elogiado con el mismo nombre de su profesión. Ya me imagino al terminar un concierto y que el público grite “cantante, cantante” o al terminar un juicio “abogado, abogado”; no, el ser Torero es punto y aparte.

Existe la máxima que dice “para ser Torero hay que parecerlo”. Es importante explicar a nuestro público, que hay Toreros, y hombres que se visten de toreros, pequeña gran diferencia.

El día que conocí al maestro Manolo Martínez en su rancho, nos pregunto a un grupo de novilleros que cenábamos con él “para ustedes ¿qué es lo más importante para ser Torero? y le contestamos lo común que se suele decir; valor, arte, personalidad, afición, etc; nos contesta el maestro (con ese estilo tan peculiar que tenía para hablar) “no hombre lo que más importante para ser Torero, es ser, ¡el más inteligente!” Al tiempo comprendí, que efectivamente, si uno no es inteligente frente a la cara del toro, no puede uno ser Torero. Hay que saber resolver problemas en muy poco tiempo, por eso la cabeza es vital para esta profesión y no sólo en el ruedo sin afuera de él. Otro elemento importante para ser Torero me lo explico el maestro “El Niño de la Capea”. Un día que tuve el gusto de conversar con él, me dijo: “nunca debes perder la ilusión”; cuando eres joven y empiezas en esto, no le encuentras sentido a estas palabras, puesto que la ilusión es ese momento lo es todo… con el tiempo y los golpes de la vida te das cuenta que la ilusión se pierde, y es el motor principal para poder entrenar, mentalizarse y hacer el esfuerzo necesario para salir a una plaza de toros. Cuando se pierde la ilusión no hay nada que hacer.

¿Cómo puede ser que un joven en pleno siglo XXI quiera ser Torero? ¡Con las facilidades de vida que existen en la actualidad, quieran sacrificar su juventud y arriesgar su integridad física! Además ¡ya no es garantía de ganar dinero! Antes ser Torero era una opción para hacerse rico, hoy en día, al parecer, se tiene que ser rico para ser Torero. Aun existen jóvenes con escasos recursos económicos que quieren ser Toreros, son una especie en extinción. Lo que si hay que aclarar es que si se tienen facultades, con o sin dinero se llega, solamente que unos se tardan más y otros menos. Se comentaba hace años: “cuando todo el mundo pueda saciar su hambre se acabaran los Toreros y por lo tanto las corridas de toros” pues resulta que no. Se ha demostrado que el ser Torero es un extraño sentimiento que se necesita de la realidad para diferenciarse, se engaña sin mentir, y se entrega la vida por gusto y no por necesidad.

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